Entre viñedos de Rioja

A mediados de abril de 2014 realizamos una escapada a tierras de Rioja, con base en Laguardia y visitas a Haro, Elciego, Logroño, Elvillar, Sierra Cantabria, parque natural de Izki, San Vicente de la Sonsierra, Labastida y Nájera.


Este viaje de cinco días fue la ocasión de conocer una zona en la que prácticamente no habíamos estado, salvo en el restaurante Casa Terete de Haro, en donde volvimos a comer el lechazo al horno, y en Logroño, en donde habíamos estado de paso hace ya mucho tiempo.

Haro: Pórtico de la iglesia de Santo Tomás

Logroño: Museo de La Rioja

Tuvimos como base Laguardia, en la Rioja alavesa que merece una visita aunque sólo sea por el pórtico gótico policromado de Santa María de los Reyes. Por si fuera poco el pueblo es precioso, estupendamente conservado, con casonas de sillares de piedra arenisca en sus tres únicas calles que se extienden a lo largo de la loma desde la que se divisan extensiones y extensiones de viñedos, hacía la sierra de Cantabria, por un lado, y hacia la sierra de la Demanda por otro.


Es un paisaje cambiante. En este momento todavía ocre y marrón, porque las cepas estaban aún desnudas, si acaso con pequeños brotes que convertirán en verde el paisaje del verano para transformarse en rojizo en otoño. Seguramente, tanto en verano como en otoño, los colores serán más lucidos, pero ahora también tiene su encanto: líneas negras formando cuadrados perfectamente alineados, pequeñas lomas y vegetación de bajo bosque.
  
 

Porque el vino es naturalmente la actividad esencial de la zona que está llena de bodegas, la mayoría visitables. Marqués de Riscal tiene su bodega y su hotel en El Ciego. En la  bodega hacen visitas guiadas en donde te explican todo el proceso de la elaboración del vino. Pero lo espectacular del recinto, que parece un pueblo, es el hotel diseñado por Gerhy, siguiendo la estética del Gugenhain pero respetando la arquitectura de la zona y haciendo guiños a los colores de las botellas de tinto de Riscal: morado, oro y plata.

Bodega Ysios, de Calatrava (Laguardia)

Hotel Marqués de Riscal, de Gehry (Elciego)

Toda la zona está llena de pueblos bonitos, con casonas blasonadas, estructura de piedra, balcones de hierro forjado y calles tranquilas, limpias y sin coches. Se nota que la cultura del vino da y dio buenos ingresos. Son fundamentalmente pequeños minifundios que completan los ingresos familiares vendiendo su producción a las grandes bodegas.


Rio Ebro


San Vicente de la Sonsierra


Nájera: Santa María la Real (Panteón de los reyes)

Esta ruta del vino y de los pueblos con su rico patrimonio histórico, puede completarse con una ruta de dólmenes, abundantes en la Rioja alavesa, adentrándose en la sierra de Cantabria por el parque natural de Izki. Y sin olvidar, claro, una gastronomía rica en verduras y hortalizas, cordero y embutidos, todo ello regado con cualquiera de sus caldos.

Dolmen La chabola de la Hechicera (Elvillar)


Parque natural de Izki